Te he bautizado como
la novia
de los muertos
porque aún
no te he podido pulir
tampoco deseo ordenar la casa
Sabes que
rechazo sacudir las paredes
y barrer las hojas
prefiero imaginarte invernal
como cuando desvalijabas la ternura
para abrigar el agujero de los niños
e inventabas carcajadas
desde la escalera hasta la cocina
Yo jugaba a ser tu hija ¿lo recuerdas?
pero nunca aprendí a cocinar
no quise