Debo alejarme de las raíces
e insertar los pies en el
barro
Mi hija recolecta
tréboles
y sigue siendo una niña
con el encanto de las amapolas
Huir es la
sabiduría que ignoramos
cuando el viento
colisiona con la tierra
Nada nos pertenece
tampoco las raíces
que se nos arrancan
en aquel ciervo que
mira
como si fuéramos
culpable de tanta destrucción
La huida adquiere
remembranza
y se glorifica en
este bosque ineludible para soñar
Porque debo soñar
debo soñar con las
raíces esparcidas
en el rostro de mi
hija
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